Esta es la historia de La Oriental
La historia de la pastelería La Oriental se remonta más de 50 años atrás, pero lo más bonito es que es una historia con nombres y apellidos. El abuelo Samuel nació en un pueblecito de Segovia con pocos habitantes y en el seno de una familia numerosa: eran muchos hermanos. La tradición pastelera la llevaba en la sangre, y es que su padre tenía un horno donde elaboraba bollos y pastas de las que se hacían por aquel entonces.
En 1950 Samuel decidió probar suerte en Madrid y se trasladó a la capital. Al poco tiempo de llegar a la ciudad abrió su primera pastelería en el número 2 de la calle Santiago, que estaba justo detrás del Palacio de Oriente. Esta es la razón por la que Samuel bautizó la confitería como La Oriental.
Samuel y su mujer se volcaron durante toda su vida para que La Oriental se convirtiera en lo que es hoy: una pastelería tradicional donde el producto de calidad y el trabajo artesanal son los pilares de su filosofía.
Tu pastelería tradicional desde 1950
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